Un invernadero es un espacio cerrado orientado a la horticultura. Este consta de una cubierta exterior traslúcida de plástico o vidrio, permitiendo el control de diferentes variables ambientales como la humedad o temperatura. Y cuya finalidad es aprovechar la radiación solar.
Pero no todos estos espacios son iguales, de hecho, existen diferentes tipos de invernaderos, los cuales explicaremos a continuación.
Invernaderos fríos
Su estructura es la más básica de todas, siendo el tipo de invernadero más económico. En zonas de frío invernal, las temperaturas que alcanza el interior del mismo, estarán alrededor de 5 grados centígrados por encima de la temperatura exterior.
Esta modalidad se emplea para el sembrado o almacenamiento de plantas de semilleros durante la primavera, al igual que para algunos cultivos específicos durante todo el verano.
Invernaderos frescos
Su temperatura de mantenimiento está entre 5 y 7 grados centígrados. Este tipo se emplea un mes antes que el invernadero frío, ofreciendo protección a los cultivos más sensibles a las heladas invernales.
Invernaderos templados
La temperatura media que alcanza oscila los 13 grados, con un aporte extra de calor durante el día. Es un modelo de invernadero muy útil para el cultivo de hortalizas y plantas de ciclo anual.
Invernaderos cálidos
Es la modalidad más costosa. Consigue una temperatura mínima de 18 grados centígrados, siendo un tipo de invernadero muy adecuado para cultivos tropicales. Mientras que no resulta útil para verduras y hortalizas.