El rendimiento de los cultivos se ve afectado por el calentamiento global debido al aumento de las temperaturas. Grandes periodos de olas de calor y sequía están provocando pérdidas millonarias en multitud de regiones. El aumento de las temperaturas también significa una mayor demanda de agua para sustentar los cultivos.
La agricultura pretende demostrar que puede ser una solución a este problema, gracias a un mejor uso de los suelos y tierras agrícolas. Esta técnica necesita afrontar una transformación notable con la finalidad de reducir las emisiones y conseguir alimentar cada vez a más gente. Para ello conviene reducir el uso de fertilizantes y productos semejantes.
Hoy en día se produce el doble de la cantidad necesaria en materia de alimentación, consiguiendo el doble de las calorías necesarias diariamente (4.600 calorías por habitante, mientras que solo se requieren 2.300) Otro de los problemas significativos de esta causa, es la dificultad de estabilizar las producciones.
No obstante el calentamiento del planeta no solo presenta desventajas para la producción agrícola. También tiene efectos positivos como puede ser el aumento del bióxido de carbono, funcionando de fertilizante en algunos cultivos, además de conseguir un incremento en las tasas y una mejor utilización del agua.