Hoy queremos compartir con vosotros el origen y evolución de los invernaderos, de suma importancia en el cultivo, pues sin ellos, el mantenimiento y crecimiento de ciertas plantas, hortalizas, verduras, etc…no sería posible.
Los primeros pasos hacia los invernaderos fue la construcción y el uso de camas móviles con plantas. En el siglo XV, en el norte de Italia y en el sur de Alemania llegaron a ser muy comunes el uso de cabañas para la protección en invierno, existiendo unas pocas hectáreas.
La industrialización en el siglo XIX trajo un rápido desarrollo de la tecnología de invernaderos. A principios de este siglo la mayoría de invernaderos eran de construcción sencilla, se calentaban por la descomposición de materia orgánica o mediante estufas. En 1829 surgió el doble acristalamiento como aislante térmico.
En el siglo XX se desarrolló una amplia información sobre calefacción, riego y fertilización en invernadero. En Holanda se desarrollaron poco a poco invernaderos para un mejor uso de los cultivos, hasta que en 1937 se construyó el invernadero a base de acero y cristal, el cual podía ser utilizado para diferentes cultivos.
Las estructuras de invernadero pueden ser sencillas, tipo artesanal (hechos con material y conocimiento locales) o más complejas, tipo industrial (altamente mecanizados y equipados).
El tipo de material que conforma la estructura condiciona la forma y la altura del invernadero ya que debe de soportar diferentes cargas (viento, nieve, peso de la estructura, peso de los equipos, etc). Los materiales de estructura más habituales que están presentes en los invernaderos son la madera, el acero o el aluminio.
La diversidad en clima y disponibilidad de recursos de las diferentes regiones ha hecho que no exista una estructura universal de invernadero, en muchos casos el desarrollo es local.
En España la provincia de Almería es la de mayor concentración de invernaderos con más de 27.000 ha. El tipo parral es sin duda una de las estructuras más frecuentes. La estructura básica está hecha de postes metálicos o de madera. La pendiente del techo solía ser pequeña, y decimos solía porque desde hace ya algunos años se están implantando invernaderos con mayores pendientes para aumentar la radiación y evitar que el agua de lluvia entre en el invernadero.
En la actualidad, los nuevos desarrollos para invernaderos deben de proporcionar unas condiciones climáticas óptimas para el crecimiento de los cultivos, por lo que se están diseñando bajo las premisas de:
– Ahorrar energía mediante un aumento de la eficiencia y aplicación sostenible.
– Reducir las emisiones de gases tóxicos, pesticidas, fertilizantes, etc.
– Aumentar la seguridad: salud y laboral.
En Grupo MSC Invernaderos trabajamos siempre para ofrecer a nuestros clientes la mayor innovación y cuidamos hasta el último y más mínimo detalle para ofrecer nuestros servicios y productos con la mayor calidad posible.
Ven a conocernos y compruébalo tú mismo, ¡Te esperamos!