Los mineros usaban a los canarios para protegerse en las minas, sobre todo al abrir un nuevo conducto. Hicieron esto porque los canarios son más sensibles a los gases nocivos que los humanos. Mientras el canario continuara cantando, sabían que era seguro. En algunos aspectos, los tomates son los canarios del mundo vegetal. Son extremadamente sensibles a algunos herbicidas de uso común, y los aplicadores deben ser cautelosos en cuanto a cómo se utilizan los productos en los tomates. El glifosato y una combinación de 2,4-D y dicamba, son herbicidas comunes usados por los cultivadores comerciales. Cuando los tomates se encuentran con estos productos, incluso en pequeñas cantidades a la deriva, los tomates siempre florecen en el extremo corto. Ninguno de esos productos están etiquetados para usarlos en tomates o cerca de ellos, lo cual la etiqueta indica claramente.
2,4-D más dicamba se usa para controlar malezas de hoja ancha y hierba. Puede ser, césped, cereales comerciales como el maíz. 2,4-D tiene un olor fuerte y se puede detectar fácilmente cuando se utiliza. Tiene actividad de crecimiento de tipo regulador, las plantas afectadas muestran rizados y torsiones antes de morir. Las dosis no letales en los tomates harán que estos se encrespen y se le ozcurezcan las hojas, y podrán reducir potencialmente el rendimiento según el nivel de exposición.
El glifosato se utiliza para controlar una amplia gama de malas hierbas. Se ha incluido la tolerancia al mismo en muchos cultivos comerciales, como el maíz y la soja. El glifosato tambien es usado en otras situaciones, sin embargo la etiqueta indica claramente que no puede usarse en o cerca de los tomates.
En los invernaderos, algunos cultivadores usan el glifosato en el exterior para controlar las malas hierbas. Esto no es una buena idea, puede entrar herbicida a la deriva en la estructura y afectar a los tomates.
Los tomates son sensibles a otros herbicidas, por lo tanto, la Universidad del Estado de Michigan anima a los productores a leer y seguir las instrucciones de la etiqueta. Los productores también deben ser conscientes de lo que se siembra en los campos adyacentes y que tipo de prácticas herbicidas podrían utilizarse en ese cultivo. Esto es especialmente importante cuando nos acercamos a la temporada de control de malezas en el maíz y la soja, que puede plantarse en campos vecinos. Cada vez hay más cultivos con tolerancia a 2,4-D y dicamba y se irán plantando cada vez en más superficie. Por lo que la amenaza a los tomates no hará mas que aumentar en los próximos años.
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