La primavera está a la vuelta de la esquina. Y con ella, el frío se aleja para dejar paso al aumento de las temperaturas. Este no es el único cambio con la llegada del buen tiempo, ya que también afecta a la actividad de las plantas y los cultivos de invernaderos.
Uno de los factores que hay que tener en cuenta a la hora del mantenimiento de invernaderos y su organización, es la planificación. El cultivo de plantas es una tarea que se realiza a largo plazo. La primavera y el verano son las dos estaciones con más horas de sol y por ello, la mayoría de las plantas se desarrollan durante este tiempo.
La primavera es el comienzo de un nuevo ciclo de producción, el trato es diferente y el mantenimiento del cultivo más exhaustivo. Por eso, vamos a conocer los factores que hay que tener en cuenta para optimizar el cultivo.
En todo cultivo de nuestros invernaderos hay que tener en cuenta cuáles son los productos más viejos. Es el momento de rotar el material y tener cuidado con los sustratos de cultivo ya que tienen una longevidad de unos tres meses aproximadamente.
El mantenimiento de los invernaderos no es una tarea difícil si contamos con un programa de mantenimiento capaz de resolver todo tipo de problemas. El sistema de enfriamiento es uno de los factores que hay que tener en cuenta. Si nuestro invernadero lo tiene, hay que comprobar que funciona correctamente revisando los sistemas de bombeo y bloqueo de luz. Esto es fundamental en las fechas en las que las temperaturas empiezan a subir y las horas de luz son más largas para aquellos cultivos que necesiten de días más cortos. El exceso de luz provoca un aumento de temperatura, por ello hay que controlar ambas cosas para un buen mantenimiento de invernaderos. Un incremento excesivo de luz y calor es perjudicial para las plantas, por ello, es recomendable reducir la intensidad o un bloqueo de luz entre un 30 y 45 % . También es válido una pantalla térmica para controlar el sombreo.
Durante la primavera es común la llegada de algunas plagas debido al aumento de las temperaturas. Pese a que los invernaderos son un método eficaz y las reduzcan, es conveniente estar precavidos. Los ozonificadores son una buena solución para el control preventivo de plagas. Existen varios tratamientos para erradicar el ataque de los hongos e insectos. Los más utilizados son:
- Tratamiento Foliar: El tratamiento consiste en rociar las superficies de los cultivos con agua ozonizada, y solamente con agua ozonizada, sin ningún aditivo más. Como otras aplicaciones, ha surgido directamente de la demanda del mundo agrícola, que nos solicitaban generadores de ozono específicos para desarrollar este proceso y nosotros hemos respondido a esta demanda.
Efectos del tratamiento: El ozono disuelto en agua es un desinfectante muy potente. Elimina todo tipo de esporas, hongos, virus, bacterias etc. Al rociar la superficie de la planta con agua ozonizada a una concentración adecuada, eliminas todos los patógenos presentes en la superficie de la planta, y se reduce drásticamente el número de casos de plantas contaminadas en el cultivo. Esto es especialmente útil sobre todo en periodos en los que el cultivo es más vulnerable, por ejemplo en la poda, o en épocas húmedas etc.
También se ha mostrado eficaz a la hora de erradicar enfermedades bien arraigadas en las plantas, como pueda ser la yesca, la podredumbre o el mildiu.
Además el ozono, después de ser aplicado, se degrada rápidamente y se convierte en oxígeno, por lo que no deja ningún resto en el cultivo, el agua o el suelo.
El tratamiento foliar con agua ozonizada prácticamente acaba de arrancar y queda mucho por investigar, pero es una herramienta muy útil para el agricultor, económica y que ha llegado para quedarse.
- Tratamiento en cultivos hidropónicos: El ozono en los cultivos hidropónicos se usa para tratar el agua de recirculación. El ozono desinfecta el agua y reduce DQO, DBO, color, turbidez etc. mejorando y oxigenando el agua de recirculación.
De esta manera podemos reutilizar el agua del cultivo hidropónico con garantía de calidad y de desinfección, consiguiendo una reducción en el consumo de agua y manteniendo un rendimiento óptimo.
Podemos adaptar los sistemas de ozonización a cualquier caudal y a cualquier sistema de contacto. El único límite es la necesidad de cada cliente.
Todos sabemos lo cambiante que es el tiempo durante la primavera. Son comunes las rachas de frío y calor en el mismo días, nada beneficiosas para las plantas ya que no suelen soportar estos cambios bruscos. En el mantenimiento de los invernaderos debe incluirse una sección de riego para evitar así que los cultivos sufran con estas variantes de temperaturas.
Tener en cuenta todos estos aspectos con el cambio de estaciones es importante para que el clima del invernadero no se vea afectado y asegurarnos una cosecha sin problemas y fructífera.
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