¿Qué son los terrarios?

Los terrarios son recipientes en los que especialistas reproducen de forma artificial un pequeño hábitat o ecosistema en el que las protagonistas pueden ser las plantas, reptiles o insectos.

Existen varios tipos de terrario.

Los desérticos son los más recomendados para los principiantes. Con estos no hay que preocuparse por la humedad y la temperatura. Las plantas que se usan son resistentes y estos ecosistemas son aptos para insectos o reptiles.

Los que son tipo bosque pueden ser fríos o calurosos. Suelen incluir un recipiente para agua en el que se recrea una especie de lago, para adaptarlo a los animales que así lo necesitan.

Los tropicales son solo aptos para expertos en terrarios. Son más complicados de construir y cuidar. El mantenimiento de las altas temperaturas puede hacerlos inhabitables para algunas plantas y animales.

¿Qué se necesita para empezar en este mundillo?

Materiales

Bote de cristal.

Piedras de varios tamaños y otros minerales.

Tierra o arena.

Plantas pequeñas como Tillandsia stricta, Pilea involucrata, Cyathus bivittatus, Fittonia verschaffeltii var. Argyoneura o suculentas variadas.

Pegamento.

Procedimiento

Lavar el bote y las piedras.

Pegar la boca del bote para evitar que la tierra se escape.

En el fondo del bote se colocan las piedras pequeñas.

Colocar una primera capa de tierra, tratando de recubrir todo el terrario.

Colocar las plantas en una disposición adecuada y cubrir con tierra las raíces.    

Riega con un atomizador dos o tres veces, para poder nutrir la planta y cerrar el terrario.

Y, ¡voilà!

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